Sobre Ciren

Aunque no me gusta en absoluto hablar de mí, obviamente debo presentarme.
Nací en Barcelona hace ya algunos años y, pese que soy un viajero empedernido, mi ciudad, ni mejor ni peor que cualquier otra y con todos sus prodigios y miserias, siempre será mi Alfa y mi Omega, sin detrimento de cualquier otra.
Desde muy, muy joven, siempre supe que el Mundo era un Ser de Misterio a cuyos Secretos que solo puedes acercarte mediante el uso simultaneo de la Razón y la Intuición y que mantener siempre la Duda ante cualquier dogma, unida al ejercicio pertinaz del Librepensamiento, son nuestros únicos verdaderos aliados para avanzar en el Camino de la Sabiduría.
A mis quince años (y de esto hace ya unos cuantos...) descubrí el I Ching y este encuentro cambió mi vida para siempre. Desde entonces he seguido profundizando en su Sabiduría y se ha convertido en mi Camino Iniciático, mi Maestro y mi eterno compañero de viaje hasta el fin de mis días.
A partir de aquel auténtico "Turning Point" que cambió mi vida para siempre, seguí la estela del estudio y la práctica del I Ching en un largo viaje iniciático que me llevó a recorrer el enorme trecho que separa a Oriente de Occidente para retornar, de nuevo al origen y reconocer que no es necesario atravesar los grandes mares para aprender del Maestro ya que éste siempre se encuentra a tu lado, como una infalible brújula, para llevarte más allá del Espacio y del Tiempo y orientar tu trayectoria en el intrincado camino de senderos que se bifurcan que es la vida y hacerlo fluyendo por la vía de la menor resistencia, trascendiendo así la angustia vital sobre los efectos que tendrán nuestras decisiones que paralizan el mismo hecho de vivir.
Mi personal e intransferible compromiso vital con la Búsqueda de la Sabiduría, me llevó a estudiar a “Los Grandes”, a profundizar en el estudio de sus obras y lo más importante, en la práctica de sus enseñanzas y así, y de una cosa a la otra pero siempre siguiendo el mismo hilo conductor, me sumergí en en el estudio de la Filosofía Perenne, de la Tradición Esotérica de Oriente y de Occidente, del Simbolismo, del legado chamánico y espiritual de Eurasia, del estudio del poder de la mente humana, de los misterios de los múltiples mundos que coexisten con el nuestro pero que no alcanzamos a ver, de la Filosofía Hermética y de la Psicología Junguiana, entre otras disciplinas, todas ellas ramas del mismo Árbol.
Y siguiendo esta senda y para dar cuerpo a esta febril búsqueda de la Sabiduría, fuí iniciado, hace ya muchos años, en la Orden Iniciática más antigua de Occidente.
En el ámbito profano, soy Doctor en Economía y Licenciado en Sociología y Filosofía y he desarrollado mi trayectoria profesional como economista tanto en el ámbito privado como en el público aunque desde que cambié mi orientación vital por un azar de la vida del que he aprendido mucho, desarrollo actualmente mi actividad profesional en el ámbito de la educación superior y la formación ocupacional.
Siempre me he visto a mi mismo como un ser humano con una marcada tendencia espiritual pero jamás he sido una persona religiosa porque en todo momento de mi vida he aborrecido cualquier dogma o pretensión redentorista venga esta de la "divinidad" que venga, guiado como estoy y desde siempre por el principio del Librepensamiento, que es sin duda alguna mi Clave de Bóveda.
En este momento de mi trayectoria vital, me reconozco en el Hexagrama Cuatro del I Ching, arquetipo que me señala la senda del trabajo  que me queda por hacer y del Arcano IX del Tarot, "El Ermitaño", que me marca la vía por la que debo transitar mi viaje de hoy en adelante.
Todo esto y mucho más es Ciren, este ser humano anónimo que os habla, con todos sus puntos fuertes y sus debilidades, con todas sus luces y con todas sus sombras, con todos sus aciertos y todos sus errores, pero siempre proyectados como si fueran un espejo roto en el que cada pedazo refleja una parte del todo pero que, ni uniéndolos todos y restaurando el Uno, podrían pretender reflejar con certeza la realidad del individuo o su compleja esencia como Hijo del Barro y del Cielo Estrellado, igual que tu, mi querido, desconocido e improbable lector.
¡Ecce Homo!
Ciren.

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