El símbolo es un rasgo de la realidad que, para
todo aquel ser despierto, designa inmediata y evidentemente algo que no puede
comunicarse por medio del intelecto pero que contiene en sí mismo su propia
evidencia.
Esta reflexión personal me sirve como introducción para compartir hoy con vosotros una aproximación muy personal a la representación iconográfica de Fuxi y Nü Wa, la Pareja Primordial de la cosmogonía de la antigua China y que siempre me ha fascinado e inquietado a la vez.
Pero empecemos por el principio.
El mito nos cuenta que Fuxi (ca. 3.000 a.n.e) fue un misterioso soberanode la cultura china del Neolítico, mitad humano y mitad divino nacido a orillas del Rio Amarillo, al que se atribuye, ni más ni menos que el mérito de haber legado la civilización al ser humano.
Se cuenta que Fuxi, fue dotado de los atributos de una suerte de Demiurgo.
Esta reflexión personal me sirve como introducción para compartir hoy con vosotros una aproximación muy personal a la representación iconográfica de Fuxi y Nü Wa, la Pareja Primordial de la cosmogonía de la antigua China y que siempre me ha fascinado e inquietado a la vez.
Pero empecemos por el principio.
El mito nos cuenta que Fuxi (ca. 3.000 a.n.e) fue un misterioso soberanode la cultura china del Neolítico, mitad humano y mitad divino nacido a orillas del Rio Amarillo, al que se atribuye, ni más ni menos que el mérito de haber legado la civilización al ser humano.
Se cuenta que Fuxi, fue dotado de los atributos de una suerte de Demiurgo.
Ya desde su infancia, Fuxi podía viajar de la Tierra y el Cielo a través del Árbol Jianmu, que conectaba ambos mundos y que cada vez que volvía de su viaje y
regresaba a la Tierra, traía un nuevo conocimiento para la Humanidad.
De todo su legado, la tradición nos cuenta que, de todos sus descubrimientos, el más trascendente fue el Ba Gua; los Ocho Trigramas que constituyen la base y el fundamento del I Ching.
En el Xi Zhi Zhuan, el Ala Quinta del I Ching de los Zhou (la versión del Libro de las Mutaciones que ha llegado hasta nuestros días) se nos relata en forma mítica como contempló Fuxi los Ocho Trigramas: “Fuxi miraba cuidadosamente las imágenes en el Cielo y en la Tierra, y pensaba en los patrones y colores de las aves y bestias, así como sobre la sostenibilidad de la tierra. Estos patrones e imágenes no solo incluían los de sus alrededores sino los de su propio cuerpo. Entonces creó los Ocho Trigramas para comunicar la virtud de las divinidades y parecerse a la naturaleza de todo en la tierra al observarlos escritos sobre el lomo de un animal mitológico mitad dragón y mitad caballo, que surgió del Río Amarillo”
Más de 2.000 años después, los Ocho Trigramas, se combinaron entre sí y de este modo se generaron los 64 Hexagramas del I Ching.
Fuxi y Nü Wa.
De todo su legado, la tradición nos cuenta que, de todos sus descubrimientos, el más trascendente fue el Ba Gua; los Ocho Trigramas que constituyen la base y el fundamento del I Ching.
En el Xi Zhi Zhuan, el Ala Quinta del I Ching de los Zhou (la versión del Libro de las Mutaciones que ha llegado hasta nuestros días) se nos relata en forma mítica como contempló Fuxi los Ocho Trigramas: “Fuxi miraba cuidadosamente las imágenes en el Cielo y en la Tierra, y pensaba en los patrones y colores de las aves y bestias, así como sobre la sostenibilidad de la tierra. Estos patrones e imágenes no solo incluían los de sus alrededores sino los de su propio cuerpo. Entonces creó los Ocho Trigramas para comunicar la virtud de las divinidades y parecerse a la naturaleza de todo en la tierra al observarlos escritos sobre el lomo de un animal mitológico mitad dragón y mitad caballo, que surgió del Río Amarillo”
Más de 2.000 años después, los Ocho Trigramas, se combinaron entre sí y de este modo se generaron los 64 Hexagramas del I Ching.
Fuxi y Nü Wa.
Según diferentes fuentes de la cosmogonía china, se relata que Fuxi y su hermana Nü Wa, fueron los dos únicos supervivientes de una Gran Inundación que acabó con toda forma de vida en la Tierra.
Enfrentados a la amenaza de extinción, Fuxi propuso a Nü Wa que deberían procrear entre ellos para volver a repoblar la Tierra. Nü Wa se mostró en principio reticente a la idea y sugirió a su hermano que antes de tomar esta decisión, debían tener el permiso de los dioses.
Para ello decidieron subir a la Montaña Kunlun y cada uno encendió una hoguera para pedir la opinión a los dioses y acordaron que, si el humo de las hogueras se separaba el uno del otro, significaría que la unión no era aprobada. Por el contrario, si el humo de las dos hogueras se entrelazaba, se interpretaría como una aprobación del Cielo.
Y ocurrió que el humo de ambas hogueras se unió en una sola y Fuxi y Nü Wa confirmaron así su unión que dio origen a la nueva Humanidad.
Desde el año 1.000 a.n.e. ya encontramos representaciones
iconográficas de la pareja Primordial en pinturas, bajorrelieves, telas,
monumentos funerarios… que he de confesaros que, desde que me encontré con
ellas, han supuesto un antes y un después en mi caminar por este oscuro juego
de espejos y senderos que se bifurcan que es la inalcanzable búsqueda del Conocimiento.
Intentaré esbozar, de manera muy personal, algunos de los principales elementos de la representación de Fuxi y Nü Wa para compartirlos contigo.
Para empezar.
Intentaré esbozar, de manera muy personal, algunos de los principales elementos de la representación de Fuxi y Nü Wa para compartirlos contigo.
Para empezar.
Como podemos ver en la imagen, Fuxi
y Nü Wa aparecen como dos seres zoomorfos, mitad humanos y mitad Serpiente o Dragón, con las colas enroscadas formando una doble hélice.
Fuxi sostiene un
Compás en la mano mientras que Nü Wa hace lo propio con una Escuadra.
La Escuadra y el Compás son símbolos constructivos que nos remiten a una primera idea clave: con el uso de ambas herramientas Fuxi y Nü Wa dan forma al Mundo y su Gran Obra es el resultado de la interacción entre el Yin y el Yang, los dos principios opuestos pero irreductiblemente complementarios el uno con el otro.
Esta es una idea fundamental en el Pensamiento Chino en general y en el I Ching (que es su fuente inspiradora primigenia) en particular.
Este principio es, además, uno de los pilares fundamentales de la Filosofía Perenne, y como es sabido, la Escuadra y el Compás son elementos esenciales en el simbolismo constructivo de la Francmasonería y el núcleo esencial de su Pensamiento y de su Método.
De este modo, mientras el Compás delimita un Círculo, la Escuadra delimita un Cuadrado y, como nos dice el I Ching: "El Cielo es redondo. La Tierra es cuadrada".
Así, el Compás contiene y realiza a la Escuadra y del mismo modo, la Escuadra, contiene y realiza al Compás.
La Escuadra y el Compás son símbolos constructivos que nos remiten a una primera idea clave: con el uso de ambas herramientas Fuxi y Nü Wa dan forma al Mundo y su Gran Obra es el resultado de la interacción entre el Yin y el Yang, los dos principios opuestos pero irreductiblemente complementarios el uno con el otro.
Esta es una idea fundamental en el Pensamiento Chino en general y en el I Ching (que es su fuente inspiradora primigenia) en particular.
Este principio es, además, uno de los pilares fundamentales de la Filosofía Perenne, y como es sabido, la Escuadra y el Compás son elementos esenciales en el simbolismo constructivo de la Francmasonería y el núcleo esencial de su Pensamiento y de su Método.
De este modo, mientras el Compás delimita un Círculo, la Escuadra delimita un Cuadrado y, como nos dice el I Ching: "El Cielo es redondo. La Tierra es cuadrada".
Así, el Compás contiene y realiza a la Escuadra y del mismo modo, la Escuadra, contiene y realiza al Compás.
Ambos, siendo
opuestos se complementan y cumpliendo funciones distintas, acaban por integrarse
y transcenderse formando la Unidad.
En el Pensamiento Masónico el Compás, abierto en diversos grados, delimita simbólicamente la idea de la existencia de diferentes niveles de Conocimiento, o dicho de otro modo, del progreso del Espíritu sobre la Materia.
Así, un Compás abierto a 30 grados simboliza al Aprendiz, el iniciado que acaba de emprender su camino de Conocimiento.
La apertura del Compás a 45 grados representa al Compañero, el grado simbólico en el que pese al avance, la Materia aún no está completamente dominada por el Espíritu, estado que sólo se alcanza con la apertura del Compás a los 90 grados, que representa al Maestro Masón.
Es en este momento preciso, cuando Materia y Espíritu se transcienden y se alcanza con plenitud el equilibrio entre las dos fuerzas (Materia y Espíritu, Yin y Yang, Luz y Sombra…) momento en el cual el Compás se convierte en la Escuadra Justa y Perfecta.
Dicho esto, podemos concluir que el Orden cósmico creado por Fuxi y Nü Wa representa la Gran Obra del Gran Arquitecto del Universo.
Nos toca ahora dar un paso más allá.
El Compás es un símbolo Yang mientras que la Escuadra un símbolo Yin, pero en la representación iconográfica de Fuxi y Nü Wa, ambas herramientas aparecen invertidas y así vemos en la imagen como Fuxi (Yang) sostiene la Escuadra (herramienta Yin, símbolo Terrestre) en su mano mientras que Nü Wa hace lo propio con el Compás (herramienta Yang, símbolo Celeste).
A priori, podríamos pensar que se trataría de un error, pero tal aseveración constituiría un error ya que esta disposición es de una lógica simbólica aplastante ya que la disposición “invertida” de la Escuadra y el Compás nos remite a la idea del movimiento eternamente alternante de los principios Yin y Yang, en el que el uno contiene al otro, lo cual nos ofrece otra clave esencial: la de la No Dualidad del Universo, otro pilar fundamental de la Filosofía Perenne.
En pocas palabras: “Como es Arriba, es Abajo. Como es Abajo es Arriba”.
En el Pensamiento Masónico el Compás, abierto en diversos grados, delimita simbólicamente la idea de la existencia de diferentes niveles de Conocimiento, o dicho de otro modo, del progreso del Espíritu sobre la Materia.
Así, un Compás abierto a 30 grados simboliza al Aprendiz, el iniciado que acaba de emprender su camino de Conocimiento.
La apertura del Compás a 45 grados representa al Compañero, el grado simbólico en el que pese al avance, la Materia aún no está completamente dominada por el Espíritu, estado que sólo se alcanza con la apertura del Compás a los 90 grados, que representa al Maestro Masón.
Es en este momento preciso, cuando Materia y Espíritu se transcienden y se alcanza con plenitud el equilibrio entre las dos fuerzas (Materia y Espíritu, Yin y Yang, Luz y Sombra…) momento en el cual el Compás se convierte en la Escuadra Justa y Perfecta.
Dicho esto, podemos concluir que el Orden cósmico creado por Fuxi y Nü Wa representa la Gran Obra del Gran Arquitecto del Universo.
Nos toca ahora dar un paso más allá.
El Compás es un símbolo Yang mientras que la Escuadra un símbolo Yin, pero en la representación iconográfica de Fuxi y Nü Wa, ambas herramientas aparecen invertidas y así vemos en la imagen como Fuxi (Yang) sostiene la Escuadra (herramienta Yin, símbolo Terrestre) en su mano mientras que Nü Wa hace lo propio con el Compás (herramienta Yang, símbolo Celeste).
A priori, podríamos pensar que se trataría de un error, pero tal aseveración constituiría un error ya que esta disposición es de una lógica simbólica aplastante ya que la disposición “invertida” de la Escuadra y el Compás nos remite a la idea del movimiento eternamente alternante de los principios Yin y Yang, en el que el uno contiene al otro, lo cual nos ofrece otra clave esencial: la de la No Dualidad del Universo, otro pilar fundamental de la Filosofía Perenne.
En pocas palabras: “Como es Arriba, es Abajo. Como es Abajo es Arriba”.
Sigamos avanzando.
En la imagen podemos ver como Fuxi y Nü Wa, en su mitad inferior, toman la forma de dos dragones o serpientes entrelazadas.
El origen del símbolo del Dragón se pierde en la noche de los tiempos y tiene una influencia decisiva en el Esoterismo de Oriente y de Occidente.
En nuestro contexto, su contemplación no puede sino remitirnos, entre otras muchas posibilidades, al significado simbólico del Dragón chino o en Occidente, al Caduceo de Hermes o al Ouroboros, en el que la Serpiente o el Dragón simbolizan a la Sabiduría.
En la imagen podemos ver como Fuxi y Nü Wa, en su mitad inferior, toman la forma de dos dragones o serpientes entrelazadas.
El origen del símbolo del Dragón se pierde en la noche de los tiempos y tiene una influencia decisiva en el Esoterismo de Oriente y de Occidente.
En nuestro contexto, su contemplación no puede sino remitirnos, entre otras muchas posibilidades, al significado simbólico del Dragón chino o en Occidente, al Caduceo de Hermes o al Ouroboros, en el que la Serpiente o el Dragón simbolizan a la Sabiduría.
Esto supone una ruptura radical con la desviación
contrainiciática de Occidente que representa el pensamiento judeocristiano que separará radicalmente ambos principios y nos obligará, dogma mediante, a tomar partido exclusivo
por el uno o por el otro, fracturando así nuestra propia íntima esencia y condenando a la civilización occidental una suerte de
alienación, entendida como una pérdida del Sentido o de la Identidad.
Para culminar nuestro análisis.
Sobre la cabeza de la pareja aparece el Sol rodeado por doce discos, es decir, el círculo del año, mientras que en la parte inferior encontramos la Luna, igualmente, rodeada por los doce discos que forman el círculo del año.
El Sol, en el simbolismo tradicional chino está asociado con un cuervo de tres patas, que lleva por los aires al sol en su rutina diaria de nacimiento y ocaso, mientras que en la parte inferior la luna, con una rana y una liebre en su interior, nos remiten a símbolos femeninos y oscuros, nocturnos, aunque del bestiario simbólico del I Ching hablaremos otro día.
Rodeando a la Pareja Primordial podemos ver una constelación unida entre sí por líneas continuas, lo cual nos sugiere sutilmente la idea de la interconexión de los Universos conocidos y desconocidos.
Para terminar.
Dejaremos hoy y aquí nuestra reflexión, de la que sólo hemos esbozado algunas claves.
Y acabaremos como empezamos: recordando que el Símbolo, por su propia naturaleza, nos abre las puertas a múltiples significados que apelan siempre a la intuición del individuo que se adentra en su aprendizaje.
El Camino del Símbolo es inagotable, abierto e inexpresable y siempre apela al Conocimiento directo, personal, intransferible y sin intermediación alguna y siempre nos ofrece sutiles pistas que nos ayudan a Cruzar el Umbral para adentrarnos en el Sendero del Conocimiento y levantar el Velo que oculta la Matriz Secreta del Universo.
Para recorrer este interminable camino, que está abierto a todos los seres humanos sin excepción, solo se requiere humildad, una firme disposición y la mente abierta.
Sobre la cabeza de la pareja aparece el Sol rodeado por doce discos, es decir, el círculo del año, mientras que en la parte inferior encontramos la Luna, igualmente, rodeada por los doce discos que forman el círculo del año.
El Sol, en el simbolismo tradicional chino está asociado con un cuervo de tres patas, que lleva por los aires al sol en su rutina diaria de nacimiento y ocaso, mientras que en la parte inferior la luna, con una rana y una liebre en su interior, nos remiten a símbolos femeninos y oscuros, nocturnos, aunque del bestiario simbólico del I Ching hablaremos otro día.
Rodeando a la Pareja Primordial podemos ver una constelación unida entre sí por líneas continuas, lo cual nos sugiere sutilmente la idea de la interconexión de los Universos conocidos y desconocidos.
Dejaremos hoy y aquí nuestra reflexión, de la que sólo hemos esbozado algunas claves.
Y acabaremos como empezamos: recordando que el Símbolo, por su propia naturaleza, nos abre las puertas a múltiples significados que apelan siempre a la intuición del individuo que se adentra en su aprendizaje.
El Camino del Símbolo es inagotable, abierto e inexpresable y siempre apela al Conocimiento directo, personal, intransferible y sin intermediación alguna y siempre nos ofrece sutiles pistas que nos ayudan a Cruzar el Umbral para adentrarnos en el Sendero del Conocimiento y levantar el Velo que oculta la Matriz Secreta del Universo.
Para recorrer este interminable camino, que está abierto a todos los seres humanos sin excepción, solo se requiere humildad, una firme disposición y la mente abierta.
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